sábado, 7 de marzo de 2020

El otro lado del ovillo



Teje, teje araña en compás,
comienza el entramado,
el cruce de hilos,
elige de seda o cáñamo el inicio.
No me turba tu pereza o capricho,
Reta mi voluntad,
que el raciocinio,
disminuye mi veleidad.
Cuatro caminos son,
dos con final feliz,
dos funestos,
al agua abreva el animal.
Los brazos que arrullan no elegidos:
El cuento comienza bien (la sonrisa y cordura)
La historia principia mal (el esfuerzo y la paciencia)
Para toda primera página,
final feliz si a tiempo se ve,
 lo que es, y no es...
Oh, celestial sapiencia, que,
si te me posas temprano,
lo mismo a la luna llevas que,
el que impulso tuvo.
Y así los otros dos,
siendo que comienza negro o blanco, opongo yo mi insensatez,
¿de qué sirvió el regalo?
La vida es un juego puntilloso...
Mi temperancia un comodín.