A un tiempo fui crisálida,
Y la mirada tierna tenía,
Los dientes como cristales
Y la tez vulnerable,
Todo bien conocía y en la comedia era yo protagonista.
La testa vacía,
Cómo humo el conocimiento relevante.
¿Cómo no amar a quien te ama?
Y sólo por el bien con el bien correspondes,
No te alejas de la identidad del perro,
Vanamente mitificado, prueba si no lo alimentas,
Prueba si no lo guareces bajo techo,
Pronto buscará un segundo hogar,
Personalmente lo compruebo.
Pero a pesar de esto, trascendente es la correspondencia,
Trabajo mínimo del beato,
Presupuesto del hombre medio,
Proeza inaccesible del abyecto.
Luego desplegué las alas.
Y quería volar alto, so pena de caer,
Y la identidad buscaba,
Entre los seres que se vuelven uno,
Pero la distancia del cuerpo es crítica,
No olvides que el otro no serás tú,
El amor no es un juego de niños …
Cuando la paz alcanza la sabiduría,
Y el hombre es redimido,
Se entiende bien que es mejor crear,
Y como la acción de crear es sagrada,
Sólo de esto nace el amor divino.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario